Pensé que no podía amar un teléfono más que al café de las mañanas, pero este S24 Ultra me hizo reconsiderar prioridades. Carga rápida, cámara que ve hasta el alma del vecino (sin zoom ético), y la batería aguanta todo mi maratón de series. ¡Hasta olvidé cargarlo dos días y seguía vivo!

Buen teléfono, sí. Rápido, bonito, pantalla espectacular. Pero esperaba algo más ligero. Se me resbala como argumentos en una discusión política. Bueno, con funda ya no hay drama. Calidad-precio justa, pero no me hizo saltar de alegría.

¡Este Samsung Galaxy S24 Ultra es un bicho! La batería dura más que mi ex en una discusión. Potente, elegante y con esa pantalla... hasta me miré los poros mientras me hacía un selfie. Rápido como el WhatsApp de tu suegra: siempre encendido y listo para acción.

Muy potente y bonito, pero pesa más que mis responsabilidades. Si buscas rendimiento, este es tu traje de superhéroe. Solo echo de menos un poco más de ergonomía, pero bueno, supongo que la perfección es aburrida.

Lo mejor que he comprado este año. Hasta mi gato se siente inferior cuando lo uso. Velocidad de procesamiento? Más rápido que un chisme en familia. Batería? Dura más que mis relaciones. En serio, si tu vida dependiera de un móvil, este te salvaría con estilo.

Increíble rendimiento. Lo compré pensando en trabajar, pero terminé jugando ‘Genshin Impact’ como si fuera un adolescente con examen mañana. El titanio negro le da un aire de ‘soy rico, pero discreto’. 10/10, aunque mi banco ahora está en modo avión.